La comunidad gamer (o «jugona», como afirma la RAE; sí, nos vamos a quedar con gamer) es una comunidad muy amplia y muy activa en redes sociales. En, prácticamente, todos los acontecimientos relacionados con el mundo de los videojuegos, los gamers han tenido algo que decir. Es algo más que sabido y aprovechado por las diferentes marcas, que cada vez intentan ganarse más el favor de los usuarios. Por desgracia, esta comunidad también se caracteriza por ser (cada vez menos, por suerte) bastante misógina y cerrada. ¿Cuántas mujeres no han sufrido por el odio y el machismo en los videojuegos? Existen casos de testimonios de jugadoras que, o bien tienen que sufrir comentarios y desprecio por parte de otros jugadores, por el simple hecho de ser mujeres; o que, directamente, desconectan el micrófono para no tener que lidiar con ese tipo de actitudes. Son cosas que también ocurren en Twitch y YouTube, donde, en una búsqueda bastante rápida, puedes encontrar casos de mujeres en streams que están siendo acosadas, juzgadas o, directamente, recibiendo comentarios respecto a que «no juegan bien». (La fragilidad del gamer)
La fragilidad del gamer
Y, evidentemente, esto no es exclusivo de las jugadoras. En muchas ocasiones, los personajes femeninos en los videojuegos son objeto de juicio y burla. ¿Quién no recuerda el caso de Abby, de The Last of Us: Parte II? ¿Quién no ha participado en el (absurdamente banal) debate de «la feminidad» de ese personaje? El motivo de que se pusiera en duda esto era que Abby tenía un aspecto muy robusto y fornido. El principal argumento, es que no era un cuerpo realista para una mujer. Sin embargo, no era una robustez excesiva. Se trataba de un claro producto de un entrenamiento durante años (motivado, como se puede observar en la trama). No obstante, este no es ni el primero ni va a ser el último de los casos en los que un personaje femenino va a estar en el punto de mira por su aspecto físico.
Aloy | Horizon Forbidden West
Hace algunos días, se presentó el primer gameplay del Horizon Forbidden West, durante el último State of Play de Sony. Fue el State of Play más visto de todos los relacionados con juegos de PlayStation 5. A nivel jugable, solo había críticas positivas al respecto. En cuanto al nivel visual, también estaba plagado de comentarios positivos, recalcando lo tremendamente bien que se veía. A excepción de una cosa, que seguro que adivináis: el aspecto de Aloy.
Algo que no pasó desapercibido fue el notable cambio de la cara de Aloy. Es un hecho que el diseño es diferente, pasando de un estilo un poco más «irreal» (muy entre comillas, que ya era muy avanzado en su momento) o cartoon a uno más realista, aprovechando la potencia gráfica que proporciona la nueva generación de Sony. La polémica comienza cuando, como con Abby, lo que se debate no es el aspecto en sí, sino lo «masculinizada» que está Aloy. Es cierto que los cambios en el aspecto de un personaje protagonista, sobre todo a nivel físico, no suelen gustar en la comunidad. Un ejemplo de esto es el radical cambio de la cara de Peter Parker en Marvel’s Spider-Man: Miles Morales (y el remaster en PS5 del Marvel’s Spiderman). Sin embargo, en este caso no se juzgó el aspecto en sí, sino el por qué del cambio, hablando más del actor de movimiento en el que se basaron en el primero y su gran parecido a Tom Holland. Pero apenas hubo menciones a si el aspecto era mejor o peor, como sí ocurre con Aloy.
Mucho por avanzar, todavía
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