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Cerdita: matadero de la moralidad

PorMaria Francesc

Oct 17, 2022 ,
Poster oficial de Cerdita

CERDITA, el nuevo largometraje de Carlota Pereda está arrasando en todos los festivales de cine, sobre todo, en el de Cine Fantástico de Sitges. Cerdita, antes de ser película, fue un corto que ganó el premio a Mejor cortometraje de ficción en los Goya de 2019. Ahora, han extendido la historia y después de pasar por Sundance y San Sebastián, se proyectó en el Festival de Sitges. 

Directora y reparto

La directora, Carlota Pereda también es una conocida guionista y autora de grandes series como El secreto de Puente Viejo, con los que empezó a forjarse. Debuta con su largometraje Cerdita, dándole más contexto. Los actores bordan el papel, sobre todo con la excelente actuación de Laura Galán (Zorras, Habrá monstruos), la protagonista. Logra interpretar un papel muy difícil, el de Sara. Que defiende esa exposición de un físico contrario al de los cánones de belleza normativos de la actualidad. No nos podemos olvidar de la figura represiva que le da unas muestras de cariño algo cuestionables a la protagonista, la madre, interpretada por nada menos que Carmen Machi (Amor de madre, Llenos de gracia), ni del afectuoso padre Julián Valcácer (Modelo 77, Las brujas de Zugarramundi), y muchos más interpretes como Claudia Salas, Camille Aguilar, Pilar Castro o José Pastor.

Sinopsis

Sara es una joven adolescente con obesidad. El verano significa para ella una prolongación más cruel de los insultos que recibe de parte de otras chicas por su físico. Sara tiene nombre, pero es más conocida por su apodo “cerdita” que le atribuyeron sus agresoras que le hacen bullying. Este apodo no solo lo recibe por su aspecto, también tiene su símil con la profesión de sus padres, carniceros del pueblo.  Sara acude a la piscina del pueblo en horas bajas, para evitar las burlas. Pero coincide con un desconocido algo peculiar. En ese momento, tiene la mala suerte de que sus “amigas” pasan por allí y empiezan los ataques verbales y físicos que casi terminan por ahogarla. Para continuar con esta “broma” las chicas, entre ellas Clau, que se supone que era una muy buena amiga, se llevan su ropa y toalla, dejándola únicamente con su bikini y viéndose obligada a andar hacia el pueblo con estas condiciones. Sin embargo, nunca llegaría a sospechar que en ese trayecto si vida cambiara por completo.

Cerdita y el acoso escolar

El apodo, “cerdita”, lo dice todo. Igual que la protagonista, existen cientos de casos cada año en España. Según encuestas y estudios sobre bullying, el 56,6% de víctimas lo sufren por su aspecto físico, como indican la Fundación Mutua Madrileña y de la Fundación ANAR. La ficción do deja de ser, en parte, un reflejo de la vida real. La directora, Carlota Pereda, también sufrió acoso en el instituto y en el colegio. Además de basarse en su experiencia, la autora también se documentó gracias a especialistas para hacer una película centrada en el acoso escolar.

Cerdita y la bestia

En la película, no se pretende abordar el bullying desde la lástima y pena por la joven que sufre este maltrato constantemente, que la persigue día a día tanto por las calles, en casa o por internet. Pretende ir mucho más allá, poniéndose en la piel de la protagonista, enfocada desde la ira, pero, sobre todo, desde el control de esta. Porque Sara perdona, pero nunca olvida.

Madres y claustrofobia

El papel de las madres juega un elemento esencial, por un lado, y por el otro, las calles del pueblo y sus vecinos se convierten en una especie de cómplices del acoso contra Sara. Es prácticamente imposible hacer alguna cosa en un pueblo tan pequeño sin que nadie se entere. Las abuelas toman el aire cada hora, a la fresca, tranquilas, con sus respectivas sillas plegadas, estratégicamente colocadas para tener una amplia visión de la plaza y las callejuelas. Además de intercambiar cotilleos, son las populares “cámaras de seguridad” del municipio. Y los rumores corren como la pólvora, fomentando las preocupaciones de las madres. Cada una pelearía “a muerte” por sus hijas, protegiéndolas aún y sospechar de posibles malos comportamientos o secretos.

Sara siente una angustia constante. La claustrofobia en el bosque acentúa este sentimiento y sigue huyendo, asustada, como una cerdita. En la película se refleja el cambio fundamental de Sara. Deja de correr, ahora se enfrenta. Siempre sin llegar a rebajarse al nivel de sus acosadoras y sin llegar a sucumbir a sus peores demonios. O quizás sí.

Cerdita

Cerdita es una película impactante y con una reivindicación social muy potente. Sin embargo, el gore llega a eclipsar el mensaje que pretende transmitir esta historia. Existen escenas innecesarias que, si se hubieran planteado de otra forma, el manifiesto de esta injusticia tan preocupantemente común no se hubiera oscurecido por las escenas sangrientas. De todos modos, es una película recomendadísima que a uno no le importaría repetir. YA EN CINES. 

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Maria Francesc

Estudiante de periodismo de último curso, entusiasta, curiosa y motivada. Redactora y corresponsal de Team Up! Media, escribiendo críticas y artículos de ocio y cultura desde Barcelona. Me interesa el periodismo cultural y la locución en radio.

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