En la Badalona de los años 90 surgió un tipo de negocio cerca de las playas denominado «baños». Debido a la insalubridad de las playas y la proliferación de robos y criminalidad, estos curiosos lugares juntaban restaurante, kiosco y piscina.
Isaac Sánchez (Badalona, 1981), más conocido como Loulogio, creció en uno de estos sitios, y cuenta su infancia en un cómic tan emotivo como recomendable que realizamos aquí su reseña.
Arena y memoria
La infancia del pequeño Isaac pasó entre cómics, eso es obvio, pero con el marco de esos Baños Pleamar donde trabajó toda la familia. Ahí sucede no solo la acción, también la ajetreada vida propia de la hostelería, en un tiempo ya pasado como son los 90.
Isaac dibuja después de atender las exigencias de los bañistas, y come patatas mientras ve la figura, enorme y arrolladora, de su padre, todo un titán que fue cantaor comunista y que rescató a la que sería su mujer (monja de orígenes falangistas) del convento donde se encontraba.
Con sus manos levantan esos Baños Pleamar que tienen, aún hoy, muchas historias que contar. No falta el humor, tan característico de Loulogio pero también mucho corazón por el subtexto trágico: Lo complicado de sobrevivir en un mundo que crece más rápido de lo habitual y en el que hay que adaptarse.
Los recuerdos y la memoria de Isaac lo son todo en el relato.
Personajes no, personas
Si hablamos del padre de Isaac, su madre, el hermano «Nono» que también dibujaba, las chicas de la familia, un joven vendedor ambulante que quiere hacer todo lo posible por agradecer a la familia que le den de comer, el proveedor de mejillones y hasta ciertos «villanos» son piezas imprescindibles de la historia. No se sienten como personajes, son personas reales que puedes aún encontrar en las playas de España, como vestigios en muchos casos de la bondad, la supervivencia o el mal.
Los diálogos son toda una maravilla, cómo interactúan todos ellos y con un trazo muy bien realizado.
El estilo de Isaac Sánchez
Pese a su larga trayectoria en Youtube, de tal forma que es considerado uno de los «padres» de la plataforma en España, Isaac siempre ha tenido alma de dibujante. En 2009 publicó en la desaparecida editorial Glénat El Regreso del Hombre Pez, ganadora del Premio Coll y donde ya mostraba su gran arte en una historieta, bebiendo de La Cosa del Pantano e ilustradores como Jim Lee para los personajes de la mitología cántabra. Supuso un punto de inflexión ya que mostraba un punto costumbrista que iría a más con el resto de sus obras.
Tras los éxitos en la plataforma de vídeos y cientos de shows y monólogos por el país, el autor volvió a su pasión con Taxus, publicado por su actual casa, Dolmen, donde conmemoró la mitología de Cantabria a modo del cómic europeo (varios álbumes luego recopilados en integral a gran tamaño), con un estilo pictórico realmente apabullante deudor del mejor Régis Loisel.
El Don fue su siguiente obra, esta vez dando una vuelta de tuerca al cómic superheróico y bebiendo mucho de Jim Lee, Chris Claremont o el Robert Kirkman de Invencible. Una pareja de Alcorcón se verá envuelta en una historia de virus y superpoderes, con una fuerte carga emotiva, donde las ilustradoras Cristina Charneco, Sara Jotabé, Julia Madrigal o Mérida Miranda apoyan en el arte.
Dibujos y Caprichos es el aglutinador de muchas ilustraciones de Isaac alrededor de los años y terminamos con esta nueva obra.
Conclusión
Baños Pleamar es el mejor cómic hasta la fecha de Isaac Sánchez, donde experimenta con un montón de estilos, y donde todo está planeado al milímetro. Un estilo único, con un guiño constante a Carlos Giménez, Paco Roca o Will Eisner, autores que hicieron del costumbrismo y el ser humano su hogar y los recuerdos como vehículo de la trama. Isaac no duda además en añadir fotografías y muchas sorpresas para una historia que ahora, además de ser suya, es de todos nosotros.
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