Por muy estilosa y atemporal que sea Diana, nadie vería con buenos ojos el colgante dorado minimalista que lleva para la cena de gala y que todas las influencers usan hoy en día.
Los colores vibrantes van apagándose conforme el mal gana poder para no volver. No sabemos si este hecho es intencionado por parte del equipo de dirección de arte, pero considero una verdadera lástima y en parte estrategia simplona de marketing, usar una época y su tirón actual provocado por la última saga de Stranger Things, si después no vas a mantenerlo a lo largo de toda la película. Las últimas escenas de Wonder Woman 1984 podrían estar ambientadas en los 80 o en el callejón de detrás de tu casa ayer por la tarde. Las referencias a la época al final de la película son muy escasas y esto es una verdadera pena.