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Susana Martín Gijón y La Babilonia 1580: «Aún muchos se creen en una posición dominante y luchan con fiereza por seguirlo estando»

La escritora Susana Martín Gijón (Sevilla, 1981) nos traslada a la Sevilla del siglo XVI en su nueva novela, La Babilonia, 1580, para narrar un thriller histórico tan oscuro como adictivo. Es autora de la trilogía de la inspectora Camino Vargas (Progenie, Especie y Planeta), Expediente Medellín o Destino Gijón, entre otros.

Entre las páginas de La Babilonia, 1580

Siglo XVI. Sevilla se encuentra en su momento de mayor esplendor como capital del comercio. Está a punto de hacerse a la mar la Flota de Indias de Su Majestad, pero el mascarón de uno de los buques de guerra, la Soberbia, aparece revestido con la piel arrancada del rostro de una mujer y su cabellera pelirroja.

Cerca de la zona portuaria se encuentra La Babilonia, un prostíbulo en el que ejerce Damiana, que ofuscada por los recientes acontecimientos se lanzará a averiguar quién cometió el brutal asesinato. Ella, además, es la poseedora de la figura de una diosa tallada en madera y un cuaderno escrito por su padre, los dos únicos objetos que le dejó antes de que desapareciera súbitamente. Lo que Damiana aún desconoce es que sus posesiones son la clave para descubrir el secreto mejor guardado por la Corona.

Luces y sombras en la Sevilla de 1580

Como la propia escritora destaca, se trata de “una época fascinante” donde convergieron “una población multiplicada, grandes mansiones y toda la riqueza que le otorgaba que residiera allí el monopolio de la entrada de todo el comercio con el Nuevo Mundo”. No obstante, Martín Gijón no se ha detenido en la riqueza de aquel tiempo y ha procurado que en su novela esté también representada la injusticia social y las clases menos pudientes.

“Nos hemos fijado muchas veces en todo el boato y la opulencia, y no tantas en las sombras de la época, toda la mendicidad y miseria, los campamentos de gentes esperando una oportunidad de lograr un pasaje a las Indias para optar a una vida mejor, los rufianes por cientos, el pillaje como forma de supervivencia, los crímenes y fechorías de toda índole, y cómo no, la forma en que la violencia estaba integrada en el día a día. Un caldo de cultivo inigualable para la novela negra”, asegura la autora.

El proceso de documentación

Para poder escribir su nuevo libro y hacer que los lectores se trasladen a aquella época, Martín Gijón se ha sumido en un “intenso” proceso de documentación. “He absorbido como una esponja cuanto material caía en mis manos para tener en la cabeza cómo eran, cómo vestían, cómo hablaban, qué comían o incluso cómo olían calles y tabernas en ese momento y lugar”, ha contado la autora.

Además, como parte de esa documentación, ha relatado que acompañó sus lecturas de un recorrido por las calles que hoy ocupan el emplazamiento de la antigua mancebía sevillana, el que fue monasterio de las carmelitas descalzas de la ciudad, los restos del castillo de la Inquisición o el puerto fluvial.

La narradora también ha mencionado que lo que más la ha seducido durante su proceso de documentación ha sido la parte de la flota de Indias, cómo se vivía en las naos que cruzaban el Atlántico y cuáles eran los conocimientos de navegación. “Imbuida de esa avidez de experimentar todo lo posible en mi propia piel, llegué a enrolarme en la réplica de un galeón como la Soberbia para reproducir, en la medida de lo posible, las sensaciones de mis personajes”, ha explicado Martín Gijón.

Todo este extenso proceso de documentación se puede ver reflejado en las páginas de su novela, que goza de una riqueza descriptiva que recuerda a autores rusos de la talla de Tolstói o Dostoievski, conocidos entre otras cosas por sus intensas y meticulosas descripciones.

Susana Martín Gijón

Justicia poética para las mujeres

Martín Gijón ha dedicado La Babilonia 1580 “A todas las mujeres que no hicieron historia”. Entre ellas se encuentran dos de sus protagonistas, Damiana y Carlina, “dos mujeres anónimas, peces fuera del agua de un mundo que no estaba pensado para ellas”, como describe la autora. De igual forma, ha señalado que esta novela va también “por mujeres que existieron con nombre y apellidos, como María Salazar de Torres (sor María de San José), talentosa pluma a la altura de los más renombrados autores del Siglo de Oro pero que ni siquiera se menciona en los libros de texto”.

La escritora cuenta que a medida que iba escarbando, sentía con más fuerza la necesidad de restitución del lugar que la historia les ha arrebatado a tantas personas sin oportunidades que, de haberlas tenido, habrían dejado su huella. “Por eso esta novela pone el acento no en los privilegiados, tan minoritarios, sino en las personas del todo carentes de derechos”, ha subrayado la narradora.

Damiana

Uno de los personajes más interesantes de la novela es la ya mencionada Damiana, una mujer con un carácter muy fuerte, que no se deja vilipendiar por nadie (en especial, hombres) y que va por libre. La escritora está convencida de que en aquella época había muchas mujeres con la determinación y el arrojo de Damiana, pero como nunca se les ha dado voz, es difícil saberlo. “Hemos fabricado unos estereotipos muy diferentes y nos hemos centrado en las élites más que en las gentes del día a día. Mi trabajo ha sido el de escuchar con atención lo que Damiana tenía que decir, y llevarlo a las páginas”, ha argumentado Martín Gijón.

Por otro lado, la autora sostiene que las cosas han cambiado mucho desde la época de Damiana, Carlina, Lucinda o Ifigenia, sin embargo, “aún muchos se creen en una posición dominante y luchan con fiereza por seguirlo estando”, como es el caso de “aquellos que llegan a considerarse con el derecho de arrebatarnos la vida a las mujeres”.

Una novela fiel a su historia

Sin duda alguna, La Babilonia, 1580 es una novela negra que atrapa desde las primeras páginas con el misterio que envuelve al asesinato de la mujer de cabellos rojizos, pero es el relato histórico el que consigue sumergir por completo al lector y transportarlo a la capital hispalense en el siglo XVI. Esto último es consecuencia de la utilización de personajes reales, que ha hecho que la autora se atenga fielmente a los datos históricos y respete la evolución que hubieran tenido estos personajes.

Al ser preguntada por su ocupación actualmente, Susana Martín Gijón ha respondido que por el momento quiere centrarse en la promoción de su libro y el contacto con sus lectores, que “es una de las partes más gratificantes de esta profesión”, según sus palabras. Además, añade que ha quedado mentalmente agotada tras estos dos años de inmersión y que necesitaba un respiro. No obstante, la escritora también ha admitido que en su cabeza ya se empieza a tramar la siguiente historia. “No puedo evitarlo”, ha confesado.

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La Babilonia 1580 ha sido publicado por la editorial ALFAGUARA

Nerea

Periodista a tiempo parcial, cinéfila a tiempo completo. Nacida en la tierra de los limones, Murcia, y a mucha honra. Es friki por vocación y escritora por elección.

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