Marvel Studios se lanza a la piscina con una serie enfocada en comedia, leyes, romper la cuarta pared, y de paso también infraestructuras. Esto es lo que ha pasado en She-Hulk, abogada Hulka.
AVISO: Este es el resumen-review del capítulo, por lo que habrá SPOILERS
Flashbacks
El episodio comienza con nuestra protagonista, Jen Walters, ensayando un discurso que debe dar al jurado para ganar un caso. Porque sí, antes que superheroína, es abogada. Cuando se queda sola en el despacho, rompe la cuarta pared para hablar con la audiencia sobre cómo ha obtenido sus poderes.
Resulta que Jen estaba en el coche con Bruce Banner, que es su primo, hablando sobre la posibilidad de que Capitán América muriera virgen (no hay otra forma de escribirlo). Lo primero que te viene a la cabeza es si eso es cierto, pero lo segundo es por qué Banner tiene apariencia humana. Siendo científico y habiendo convivido con «el otro tío» durante años, y a pesar de haberse fusionado para ser Hulk y Bruce a la vez, este ha creado un aparato que se pega al brazo para volver a su forma humana. Todo iba bien en el coche hasta que una nave espacial sakaariana aparece de repente y provoca un accidente de coche. Jen es la primera en salir, pero está herida. En cuanto saca a su primo del coche, su sangre se mezcla con la de ella y se transforma.
Sororidad
Jen se despierta cubierta de tierra cerca de un bar. Lo primero que hace es ir al baño para limpiarse un poco, pero un grupo de chicas entran y, como pasa siempre en los baños de mujeres (con un toque más teatral), todas hacen lo posible para asear a Walters y consolarla. Hasta le prestan un teléfono para llamar a su primo. Pero cuando sale del bar, Jen es acosada por un grupo de idiotas que no saben lo que es el respeto o dejar a una mujer tranquila. Así que Jen, por accidente, vuelve a transformarse, pero antes de darles su merecido a los hombres es noqueada por Bruce.
A lo largo del episodio hacen bastantes comentarios sobre lo que debe lidiar una mujer en la sociedad actual. Que te silben, te persigan, o griten por la calle, y que tú agaches la cabeza para no meterte en líos.
Revelación
Walters se despierta en una casa desconocida. Lo primero que ve es el interior, todo de madera, y un casco roto de Ironman. Se guía por el sonido de la música mexicana y acaba bajando al laboratorio, donde ve a Bruce con la apariencia que ya conocimos en Vengadores: Endgame. Ahí Hulk no solo le explica que Tony Stark construyó esta casa para él, también le cuenta a Jen que, tras la fusión sanguínea, ha adquirido los mismos poderes que Hulk, y debe aprender a controlarlos. Por suerte, Banner tiene una carpeta con toda su evolución a lo largo de los años sobre cómo domar a la bestia, y se ponen a entrenar.
Lo que nuestro héroe no esperaba es que el «Hulk» de su prima es más fácil de controlar. No tiene otra personalidad dentro con la que luchar, simplemente su apariencia cambia. Tampoco le hace mucha gracia que avance tan rápido su control y entrenamiento, ya que a él le ha costado casi 20 años y a ella semanas. Efectivamente, Banner tiene celos.
Momento para los fans
Este capítulo no solo destaca por los chistes de Steve Rogers o la breve mención de Natasha Romanoff, también es un homenaje a Tony Stark. Bruce cuenta anécdotas del genio, millonario, playboy y filántropo con mucho cariño. Resulta que no solo le ayudó a construir la cabaña, también pasaba los días con él. En la barra del bar se puede ver las iniciales de los dos vengadores (T.S. y B.B.) grabadas con un cuchillo. El mundo ha perdido a un gran héroe, pero Banner perdió a su amigo.
Hay que recordar que en la primera película de Los Vengadores, Stark es el único que admira «las dos caras» de Bruce. De buenas a primeras, le hace un cumplido sobre sus logros científicos, y luego una broma sobe cómo destroza todo por su paso. También, cuando están analizando el cetro de Loki, no tiene miedo en acercarse a él e incluso le pincha para ver si se transforma. El resto del equipo le dicen que pare, pero en realidad lo que está intentando es que su colega se sienta cómodo. Si volvéis a ver esa escena, se puede observar cómo Tony es el único que trata a Bruce desde el principio como un compañero, no como una bomba nuclear a punto de estallar.
Conflicto
Tras semanas de entrenamiento, Jen quiere volver a su vida normal. Bruce no lo ve posible, ya que la considera ahora una superheroína y por tanto tiene que dejar atrás su trabajo y dedicarse a salvar el mundo. Dado el historial de Hulk, tiene sentido su punto de vista, pero Walters le dice una verdad que duele más que una indigestión por el kebab que te tomaste a las seis de la mañana; él está canalizando sus años de trauma hacia ella, pero son personas distintas. Hulk decide aislarse hasta que lo llaman para algo, Jen solo quiere seguir siendo abogada. No puedes comparar el estado mental de alguien contigo, por muchas cosas que tengas en común.
Tras ese comentario, y un intento de huída, los dos primos se pelean destrozando el preciado bar de Bruce y todo lo que se les cruzaba por delante, pero después hacen las paces y restauran el inmueble. Después de mil cervezas, y algún que otro Martini, Bruce comprende que debe dejar a Jen tomar sus decisiones. Así que la deja marchar.
She-Hulk: abogada hulka
Volvemos al presente. Jen está preparada para dar su discurso frente al jurado, pero todo el proceso se interrumpe cuando aparece una villana (a la que no se le da nombre de momento, pero si has leído los cómics sabes que es Titania) y empieza a destrozar la sala. Nikki, paralegal y amiga de Walters, es la única que conoce el secreto de la abogada y le pide que actúe. Por primera vez desde que ha vuelto a su vida normal, She-Hulk aparece para frenar el alboroto.
Conclusiones del autor
El episodio dura no más de media hora, cosa que agradezco. No todas las series deben tener capítulos exageradamente largos si vas a poner relleno o cosas que la gente no puede entender. Me ha parecido una buena introducción del personaje, y no me ha sobrado ni faltado nada. Se han tocado temas que me han llamado la atención, como el trauma de Bruce Banner por ser Hulk y haber perdido a la mitad de sus amigos, o la situación social que debe vivir una mujer cuando camina por la calle. Quizá en una escena se ve como «guión forzando inclusividad», pero es cierto que muchas veces hace falta dejar caer estos conceptos. Si no se repiten de forma innecesaria a lo largo de la serie, no pasará nada.
Admito que me daba miedo que She-Hulk fuera una comedia, pero no está mal guiada de momento. Es una serie ligera, fresca y entretenida. Entiendo que para gustos colores, pero no todo debe ser acción e intensidad en un universo dominado por super héroes. Si esto fuera así, Thor: Ragnarok no hubiera existido, al igual que su continuación.
Otro cambio que he visto respecto a las anteriores series de Marvel es la escena post-créditos en el primer episodio. Ha sido la guinda del pastel en la introducción de She-Hulk, y es probable que vuelvan a aparecer en los próximos capítulos de la serie, no solo en el final. Pero habrá que verlo para creerlo.
En conclusión, me ha gustado mucho el episodio. No es la serie de mi vida ni me ha impactado como Loki o Wandavision, pero debemos entender que el objetivo es completamente diferente. She-Hulk entra en el Universo Cinematográfico de Marvel como hilo conductor de la fase 5, donde van a ir soltando «perlas» poco a poco para adentrarnos en una nueva era con suavidad. Y eso es algo que creo que a los fans nos hacía falta. No todo producto debe ser sinónimo de intensidad y emociones fuertes. Pero recordemos que después de la calma, puede avecinarse tormenta. Así que disfrutad de la serie, busquemos guiños, y emocionémonos con los cameos que puedan llegar.
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