Hay actores y actrices que marcaron nuestra infancia y adolescencia a principios de los 2000. Iconos de películas de comedia y aventuras que nos robaron el corazón. Y muchos de ellos, por diversos problemas, acabaron retirándose de forma prematura. Por esto, cuando se anunció que Lindsay Lohan regresaba al cine con Navidad de golpe, una comedia navideña, internet estalló de alegría.
¿Es posible que fuese un poco por el factor nostalgia de todos aquellos que estamos rondando la treintena y queremos ver de nuevo a nuestras estrellas favoritas? Es posible. Porque, sinceramente, yo no recuerdo que Lindsay Lohan actuara tan mal. Pero el caso es que en la semana de su estreno, Navidad de golpe se encontraba entre las más vistas de Netflix.
Así que, con toda mi buena actitud dosmilera, me senté cómodamente a ver la película.
Un regreso ¿triunfal?
A ver. Lindsay Lohan tiene un recorrido de películas que son emblemáticas. En estos años no ha habido una sola película del género que se le acerque a la maravilla que es Chicas Malas. Y eso que han pasado 18 años. Tú a Londres y yo a California es otra de esas irrepetibles. Sí, se que es un remake de la película The Parent Trap de 1961. Pero la actuación de Lindsay como las gemelas, intercambiando incluso al acento británico y el estadounidense (aunque esto se pierda en el doblaje), es maravillosa. O Ponte en mi lugar, con la increíble Jamie Lee Curtis.
Técnicamente Lindsay no estaba retirada, ya que ha continuado haciendo papeles pequeños como en Scary Movie 5 o alguno protagónico pero con menor relevancia. Pero el verdadero comeback tenía que ser, evidentemente, con una comedia. Y una navideña nada menos. Así que antes de reseñarla contestaré a la pregunta más simple: ¿la película es buena? La respuesta es no.
La película de la vergüenza ajena
La sinopsis es la siguiente: «Una heredera caprichosa que sufre amnesia tras un accidente de esquí queda al cuidado del dueño de un albergue y su hija». El dueño del albergue en cuestión es el actor Chord Overstreet (Glee). Ya podemos intuir de qué va, ¿no?. Mujer rica mimada que se enamora del hombre pobre de buen corazón. Hasta ahí genial, uno de los muchos clichés de las comedias románticas. El problema no es la idea, sino cómo la han desarrollado.
Yo no soy muy fan de la Navidad. Desde luego no es mi fiesta favorita. Así que para que una película navideña me atrape, debe de tener un mínimo de calidad. De los actores, o del guión, o de algo. No me pasó con Navidad de golpe. Dura tan solo una hora y media y tuve que pararla a la mitad para hacer otras cosas y luego verla terminar.
Que una cinta esté llena de clichés no es malo, si están bien llevados. Si sabes qué va a pasar pero no cómo va a pasar. Pero en este caso cualquiera podría adivinar absolutamente toda la trama a los cinco minutos de empezar a verla. De lo más predecible y absurda. Y precisamente por esto se hace tan tediosa, porque la historia es evidente y en algunos momentos hasta ridícula.
La mayoría de los personajes están sobreactuados e incluso, caricaturizados, como es el caso del novio influencer de la protagonista. Los momentos de risa no hacen gracia y los momentos tiernos te dejan frío. No creo que sea capaz de conectar con el espectador porque es todo bastante esperpéntico. Y en cuanto al guion, creo sinceramente que hay hilos de ficción en Twitter mejor escritos que esta película.
Conclusión
Tampoco es que quiera ensañarme porque la película no pretende ser otra cosa que lo que es. Pero el problema es que no deja muy clara su intención. No es una buena comedia romántica como lo es, por ejemplo, The Holiday. Pero tampoco es una película mala a propósito como Velocipastor. Y tampoco es lo suficientemente ridícula como para que dé risa de forma inintencionada. Así que se queda como en un limbo en el que para dentro de dos meses ya nadie se acordará de que existe (a menos que sea para recordar lo pésima que era).
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