La chica que lo tenía todo es el título de esta película de 2022, adaptación del libro escrito por Jessica Knoll en 2015 con el mismo nombre. La cinta, un drama dirigido por Mike Barker, se estrenó a finales del mes de septiembre en Netflix y se posicionó como una de las más vistas de la plataforma. En el reparto principal destacan Mila Kunis, Chiara Aurelia, Finn Wittrock y Connie Britton.
Cuando lees el título y ves el principio de esta película piensas que va a tener un significado diferente al que acaba teniendo. Se nos presenta a una Mila Kunis interpretando el papel de una mujer fuerte y segura de sí misma. Aparentemente la protagonista vive una vida perfecta: se va a casar, le va bien en su puesto de trabajo… aunque más pronto que tarde vamos a ver que no es así.
El filme sigue la vida de Ani FaNelli (Kunis), escritora en una revista con posibilidades de ascender en un futuro cercano. Un día todo cambia cuando es informada de que se va a realizar un documental de lo que pasó en su instituto.
Crítica
La película transmite incertidumbre, indiferencia, enfado y finalmente conformidad. Es así porque en un principio capta nuestra atención mediante pequeños flashbacks de carácter agresivo, unidos a la mención de que la protagonista sobrevivió a un tiroteo en su adolescencia. Sin embargo, es lo único destacable de la primera parte. Tiene que transcurrir casi la mitad, aún sin haberte metido del todo en la historia debido a la mención repetida de un documental que parece no materializarse nunca, para que descubras que a la protagonista la violaron. Y esperar todo ese tiempo para llegar al que es el tema central es mucho tiempo.
La violación es el eje sobre el que se mueve la película. Y se muestra. Son escenas duras, aunque importantes para entender la historia. Todo lo que rodea este suceso, además de, evidentemente, el mismo, te enfada. Es así porque, como es habitual, no se cree a la víctima. Se muestran todas fases de este proceso, y eso sí es algo que me gustó, porque refleja cómo las mujeres son tratadas cuando cuentan algo así. Se ve el rechazo del propio violador resguardándose en que había bebido; el director del centro que, por supuesto, también menciona el alcohol para refugiarse en la duda hasta que la propia víctima es la que está confusa; o también tratar de hacerla sentir culpable por no querer contarlo. Mientras tanto su madre piensa en el qué dirán. Eso sí, le da antes un consejo: “por eso te digo que no bebas alcohol”. Sí, ahí está, de nuevo esa palabra que se utiliza como algo general para explicar estos casos más rápido de lo que se chasquean los dedos.
El papel de los hombres
Decir que la película no muestra un vínculo entre los hombres sería mentir. Porque lo hay. Y es bastante evidente.
Esta especie de unión que les hace protegerse entre ellos, aún sin conocerse y cuando el otro es el violador de tu mujer, cuando menos te deja impactada. Al menos eso pensé cuando el prometido de Ani dijo sobre el hombre que la había violado que ya había pagado suficiente por un “error”. Eso me hizo pararme a pensar en muchas cosas.
Eso sí, la venganza siempre engancha. Por eso, el enfado se pasa ligeramente cuando ves cómo después de poner en duda la versión de la verdadera víctima, esta puede hacer lo que realmente necesita: contar su verdad. Y es que, si antes he dicho que la violación es el tema central de la película, la venganza sería su subtrama. ¿Y a quién no le gusta ver cómo se llevan por delante a la persona que te ha hecho daño?
Lo mejor y lo peor
Mila Kunis como la protagonista de La chica que lo tenía todo es lo que la hace buena. Es una mujer fuerte y sabe transmitir perfectamente todo lo que el personaje necesita de principio a fin. Pasas de odiarla a amarla muy rápido, ya que el personaje empieza siendo muy diferente al que te deja el final de la película.
Sin embargo, ni Mila Kunis logra sostener una trama que parece no tomar impulso nunca. Prácticamente desde el inicio se centran en un documental del que incluso te acabas olvidando. Y ya he mencionado el tema principal de la película. El problema con este es que se pone el foco en él demasiado tarde, pasando antes por escenas que no aportan nada y le quitan un ritmo importante a todo el conjunto.
LA CHICA QUE LO TENÍA TODO
Aunque tanto Mila Kunis como Chiara Aurelia son lo que le dan ritmo a la película, esta en general no te llega a enganchar desde el primer momento. Tienes que pasar por muchas escenas hasta que por fin logras meterte realmente en la historia.
De La chica que lo tenía todo si tuviera que quedarme con algo sin duda sería el final, donde realmente ocurre lo más relevante. El momento en el que otras mujeres leen el artículo de Ani y se sienten identificadas es el mensaje más importante de la película, porque te das cuenta de que hay más mujeres de las que podemos imaginar que han pasado por la misma situación y han guardado silencio. La visibilización que se da en este punto es muy importante y logra eclipsar el resto de la película. Solo por eso ya merece la pena.
La chica que lo tenía todo, ya disponible en Netflix.
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