El próximo 25 de noviembre se estrena en cines, Historias para no contar. La nueva película de Cesc Gay. La cinta, que tuvo su premier mundial en el Festival de Toronto y su premier nacional en el Festival de San Sebastián, es el noveno trabajo de Cesc Gay al frente de la dirección y está escrito por el propio Gay junto a Tomás Aragay (Krámpack, En la ciudad, Ficción, Una pistola en cada mano y Truman).
Es una comedia coral de cinco relatos centrados en la vida sentimental y amorosa de unos protagonistas que muestran con mucha ironía, cómo de absurdas, ridículas, embarazosas, sorprendentes y a menudo patéticas son nuestras reacciones cuando del amor y de los sentimientos se trata. Una película que muestra esos momentos que todos podríamos vivir alguna vez y que nunca querríamos compartir.
SINOPSIS
En clave de comedia, Historias para no contar narra situaciones en las que nos podemos reconocer y que preferiríamos no explicar o incluso olvidar. Encuentros inesperados, momentos ridículos o decisiones absurdas… Cinco historias con una mirada ácida y compasiva por la incapacidad para gobernar nuestras propias emociones.
ENTRE EL DRAMA Y LA COMEDIA
Lo que más me ha gustado de la última película de Cesc Gay es el perfecto equilibrio entre las risas y los momentos más profundos. La vida no son todo risas, incluso en los momentos más hilarantes detrás hay siempre drama. Y eso es precisamente lo que explora el director en Historias para no contar, regalándonos una gran dosis de dramedia, que por otro lado, es lo que más se lleva ahora en lo audiovisual.
El filme cuenta con un elenco que bien podría desfilar por la alfombra azul de los Goya. No hay secundario ni protagonista desconocido, todos y cada uno son afamados rostros del cine y la televisión. Tenemos a Chino Darín, Anna Castillo, Javier Rey, Alex Brendemuhl, Antonio de la Torre, María León, Eva Reyes, José Coronado, Alejandra Onieva, Maribel Verdú, Nora Navas, Quim Gutierrez, Brays Efe, Verónica Echegui y Javier Cámara. Quiero decir, hacía mucho que no veía tal despliegue de estrellas juntas en una ficción española. Algo que a priori podría no funcionar pero al final todos tienen su foco y aunque seguramente la veas por tener un favorito o favorita entre el elenco, diré que todos me han gustado y convencido por igual.
Yo personalmente me quedaría con Anna Castillo, Javier Rey y Chino Darín. Sin entrar en detalles diré que su trama se acerca mucho a los amores malentendidos y los líos de parejas estilo Woody Allen, cosa que me encanta. Es la primera historia y por ello juega con ventaja pero vistas las cinco me sigo quedando con la primera.
¿FORMATO EQUIVOCADO?
Cuando leí la sinopsis pensé que iba a ser la clásica película de historias individuales que poco a poco se entrecruzan. Películas que me encantan por cierto. Pero no. Historias para no contar se estructura por así decirlo en formato de antología de cortometrajes de veinte minutos de duración aproximadamente y que no tienen nada que ver unos con los otros. No hay un hilo conductor, no hay nada que vincule las historias. Lo que me lleva a pensar si el formato cinematográfico era el mejor para esta historia. Yo me habría planteado convertirlo en serie de televisión. Cinco episodios independientes y a correr.
La película se hace larga. Eso es una realidad. Son casi dos horas y al no tener ese hilo pues echas en falta algo que conecte lo que estás viendo. Al final el filme se salva gracias a su estelar elenco y a la dirección de Cesc Gay que gracias a ese equilibrio de comedia y drama del que hablábamos al principio, logra tener como resultado una película que entretiene pero que no va a trascender.
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