El pasado 3 de agosto Netflix estrenó la esperada segunda temporada de Heartstopper, serie basada en la historia creada por Alice Osman en formato cómic.
El poder de los secundarios
Si bien la trama principal sigue siendo la relación entre Nick (Kit Connor) y Charlie (Joe Locke), en esta nueva tanda de episodios es muy interesante ver como se les da más relevancia a personajes secundarios que enriquecen mucho el desarrollo de cada capítulo. Personajes que quizá habían pasado más desapercibidos en la primera temporada pero que sorprenden al espectador al mostrar una profundidad más personal que nos hace conectar de forma especial con ellos.
El ejemplo perfecto de esto último es Isaac (Tobie Donovan), que siempre nos saca una sonrisa cada vez que aparece con su característico libro en cualquier circunstancia en la que quizá estar leyendo no sea lo más cómodo. Sus compañeros y los espectadores descubrirán a la vez qué siente y piensa realmente Isaac del amor y de sí mismo.
En la segunda temporada de Heartstopper vemos aparecer caras nuevas no sólo entre los estudiantes de Higgs y Truham sino también entre los profesores. Añade un punto divertido que se desarrolle una pequeña trama alrededor de éstos últimos que por un momento nos hace salir del mundo adolescente. No obstante, esta pequeña trama nos lleva a replantearnos si quizá no hay tanta diferencia entre adultos y adolescentes a la hora de gestionar las relaciones amorosas más allá de que los adultos pueden echarle la culpa al alcohol si al día siguiente se arrepienten de algo.
Ellos mismos
Nick y Charlie están habituándose a su noviazgo y a la vez descubriéndose a ellos mismos. Destaca la madurez en el discurso de Nick cuando tiene que hacer frente a algunas situaciones desagradables tanto en el entorno escolar como en el familiar. Conoceremos al padre de Nick y seguiremos viendo a Sarah, su madre, interpretada por la oscarizada Olivia Colman que aporta un aura especial en cada escena en la que interviene.
La interpretación de Kit Connor (Nick) es espléndida en cada episodio. Su mirada y sus gestos acompañan a las palabras dándoles aún más veracidad. A finales de 2022 Kit Connor fue fruto de una presión desmedida en redes sociales para revelar su orientación sexual. Esto ocurrió para zanjar los rumores de “queerbaiting” en Heartstopper. Este movimiento se basa en que las ficciones que tratan tramas de índole homosexual no recurran a actores heterosexuales. De esta manera se “obliga” a los artistas a aclarar cualquier duda sobre su orientación sexual. Para Kit Connor no fue un momento agradable verse forzado a declarar pública su bisexualidad y así lo expresó en redes sociales.
Fotografía y música dignas de postal
El hecho de que varios episodios de esta segunda temporada se localicen en París imprime una capa de belleza adicional por lo bien elegidas que están las localizaciones. Destacar por ejemplo las escenas rodadas en el interior del Museo del Louvre donde se sitúa uno de los momentos más esperados de la serie… no spoiler.
Por supuesto la música sigue siendo importante en Heartstopper y así se demuestra cuando suena “Seven” de Taylor Swift en un momento muy concreto del último episodio. Esto no sorprenderá a los espectadores avispados que se diesen cuenta de que Tara (Corinna Brown) tiene la portada del disco de Taylor en su habitación.
La segunda temporada de Heartstopper mantiene el encanto y la inocencia de la primera, pero planta la semilla de situaciones complicadas cuyo desarrollo será muy interesante ver en la tercera temporada.
Son capítulos cortos (30 minutos aproximadamente cada uno) y la tenéis en Netflix.
Para más sobre series no te pierdas nuestra sección dedicada
No te pierdas en nuestro Instagram las últimas entrevistas y fotografías de los eventos que cubrimos.