Los niños a finales de los 90 veíamos la televisión como quien ahora consume Twitch. Horas y horas en las que no solo nos marcaron varias series de dibujos animados icónicos, sino también algunos programas que emitían los fines de semana. Uno de ellos sería la WWE, y el otro, por supuesto, Humor Amarillo (aka El Castillo de Takeshi).
El Castillo de Takeshi, el original
Entiendo que esto es algo que ya todos sabemos, pero por si no es así lo aclaro. El programa original no se llamaba Humor Amarillo, obviamente. Se llamaba El Castillo de Takeshi. El programa japonés comenzó a mediados de los 80, pero no fue hasta la siguiente década que llegó a las televisiones españolas. De hecho, nadie sabía muy bien de qué iba el show, ni qué decían, ni absolutamente nada. Se veían a varios personajes, gente disfrazada, muchas caídas y un reportero que a saber qué preguntaba. Con todo esto vieron una gran oportunidad para hacer un doblaje de humor totalmente inventado. Y no solo funcionó sino que se volvió parte de la cultura popular de la época.
En un principio, Juan Herrera y Miguel Ángel Coll eran los guionistas y locutores. Sin embargo, con su reemisión en 2006, Fernando Costilla (quien también locutaba en la WWE) y Paco Bravo fueron los encargados de llevar sobre sus hombros tremendo doblaje. Quedando para la posteridad, no solo por su humor, sino también por la invención de personajes recurrentes como el Chino Cudeiro, Pepe Livingston o Gacela Thompson. Por eso cuando se anunció su regreso la gente estaba emocionada, porque nos trasladaba de nuevo a esa época.
Pero he aquí la cuestión, que ya no estamos en los años 90.
El Castillo de Takeshi, el actual
Prime Video ha sido el encargado de traer de vuelta el programa, grabado en Japón, con más escenarios y una estética colorida y ¿virtual?. Realmente no han perdido su toque «cutre», sino que ha evolucionado a un croma y unos efectos reguleros que quedan fantásticos con el tono del show. Con algunas pruebas nuevas, pero sobre todo con las clásicas que todos conocemos. Y con el cambio más notable y más comentado en redes, los nuevos comentaristas.
En esta temporada cuentan con las voces de Mister Jagger, Eva Soriano, Jorge Ponce y Dani Rovira, quienes han recibido bastantes opiniones al respecto en redes sociales. Mister Jagger el que menos, porque por algún motivo une a España entera (o al menos a los que les gusta su tipo de humor). Pero el resto no se ha librado.
Y es que, del mismo modo que el programa ha cambiado ligeramente para ajustarse a una estética más actual (más o menos), los comentarios también lo han hecho. Y creo que esto es algo que era evidente ya desde el momento en el que al presentar el trailer del programa, apuntaban la frase «humor de ningún color en particular», como guiño al título del original. Esto ya era una declaración de intenciones que venía a decir que no iban a hacer los mismos chistes de hace 30 años.
Humor de ningún color en particular
El humor es el point del programa. Son los comentarios que no tienen nada que ver con el diálogo original lo que lo conforma. Por lo que esto es lo que ha sido el foco de las críticas. Entiendo que la gente esperaba ver un Humor Amarillo 2 como si el tiempo no hubiese transcurrido, pero siento comunicarles, por si no se han dado cuenta, que han pasado 30 años. Y en esos 30 años la sociedad ha evolucionado, y con ella, el tipo de humor.
Te guste más o te guste menos, no tiene sentido recriminar a un programa en 2023 que no tenga el mismo humor que un programa de 1995. Es así de simple.
Conclusión
El primer capítulo lo siento como si fuese una presentación de todo lo nuevo que nos vamos a encontrar. Porque además de los nombres que ya he dado, Venga Monjas tienen su propio sketch en cada episodio con una canción creada por ellos. Así como Fernando Costilla y Paco Bravo tienen algunas intervenciones doblando a los reporteros, lo que nos da ese extra de nostalgia.
Y es a partir del segundo capítulo cuando da la sensación de que están más cómodos y todo fluye mejor. A mi personalmente sí me ha gustado, del mismo modo que me gustaba el original. Porque no es incompatible que ambos te hagan gracia sabiendo el contexto de cada uno. Al final la esencia es la misma, un programa entretenido y ligero para desconectar.
Además, las nuevas generaciones que no vivieron el original podrán disfrutar de esta nueva temporada sin prejuicios. Me ha parecido muy fresco y se nota que todos los que participan poniendo su voz lo han disfrutado y hecho con mucha ilusión.
Ya están disponibles los ocho capítulos de El Castillo de Takeshi en Prime Video.
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