El espía ingles, película protagonizada por Benedict Cumberbatch, dirigida por Dominic Cooke y basada en hechos reales. Con un título así no sabes que esperar pero sin duda os sorprenderá para bien. Ya en cines.
¿De que trata?
Durante la guerra fría entre Estados Unidos y Rusia, el ingeniero Greville Wynne (Benedict Cumberbatch) se infiltra como espía en el MI5, el servicio de inteligencia británico. Cuando la crisis de los misiles cubanos promete inclinar la balanza a favor del país soviético, Wynne comenzará a trabajar con la CIA para filtrar información sobre el plan que tienen en marcha los rusos y así evitar una catástrofe.
EL ESPÍA INGLÉS es la segunda película del director inglés Dominic Cooke tras En la playa de Chesil.
Encabezan el reparto Benedict Cumberbatch (Vengadores: Endgame), Rachel Brosnahan (La maravillosa Sra. Maisel), quién da vida Emily Donovan, agente de la CIA y directora de operaciones y Merab Ninidze (Homeland) en el papel del coronel soviético Oleg Penkovsky.
Una película al más puro estilo de espías
Lo sorprendente de la película es que mantiene ese tono de cine negro que últimamente se echa de menos en el cine y nos recuerda en parte a los entresijos de El caso Bourne y a la fotografía de Camino a la perdición. Dos obras maestras del cine Noir y el cine de espionaje.
Es muy interesante ver este mundo desde la piel de los dos protagonistas, viendo aspectos diferentes de la misma historia. La película se toma su tiempo en presentarnos el contexto, tanto sociopolítico cómo el de los personajes, mostrando rápidamente sus motivaciones.
El aspecto más llamativo del filme es el meternos de lleno en los zapatos de Greville Wynne, un empresario británico que no conocía nada del mundo de los espías y no quiere participar ni ser un héroe. Pero por su país y su deber accede. Veremos las torpezas del protagonista, dificultades y nervios al encontrarse un hombre de «a pie» con una cosa así. Es muy fácil empatizar con su personaje. Una persona «normal» dentro de un mundo de espías. Una historia que bien podría recordarnos a la de Roger O. Thornhill (Con la muerte en los talones), un ejecutivo del mundo de la publicidad al que unos espías confunden con un agente del gobierno llamado George Kaplan.
La otra cara de la moneda
Por otro lado tenemos al personaje de Oleg Penkovsky (Merab Ninidze), un ingeniero soviético que al averiguar lo que tenía pensado hacer su gobierno, decide traicionar a su país y sus creencias para salvar vidas evitando la tercera guerra mundial. Conoceremos cuáles son sus motivaciones, a su familia, cómo es vivir en aquella época en Moscú, además de ver cómo actúa para espiar sigilosamente a su gobierno.
Lo mejor de todo es su relación con Greville Wynne, la amistad que acaba floreciendo y como se contraponen sus formaciones, el espía ruso experto y el empresario inglés inexperto en la materia. Dos personajes muy bien escritos que representan mundos muy diferentes, dos mundos separados por el muro de Berlín pero unidos por el bien mayor.
La emoción en El espía inglés
Los tres actos de El espía inglés están muy bien narrados en lo que al ritmo se refiere. La película se toma el tiempo necesario para contar su historia y desarrollar correctamente a los personajes. El nudo final justo antes del desenlace, es la parte más desgarradora. Es la más exigente actoralmente y es donde se han podido lucir bien. Sin duda han sabido mantener la emoción, crear giros inesperados y sorprender al espectador.
Al ser una película basada en hecho reales, que además relata un suceso tan conocido como la crisis de los misiles cubanos podría resultar muy difícil llamar la atención del espectador pero esta cara de la historia no es tan recordada. Ese es precisamente uno de los principales aciertos del filme, que aún narrando un suceso tan conocido e importante logre cautivarnos con una trama fresca e interesante.
La actuación de Oscar de Benedict Cumberbatch
Todos los actores en general efectúan unas interpretaciones impecables. Se nota el talento y cómo dominan a sus personajes. En este tipo de películas de narración lenta y hechos históricos un punto fuerte deben de ser los actores. Un punto que en El espía inglés no solo se cumple, sino que sobresale con nota. Es difícil destacar, pero al final de la película hay una actuación que se acerca a la perfección, la de Benedict Cumberbatch.
A título personal, he seguido la carrera de Benedict Cumberbatch muy de cerca, he visto toda su filmografía y me parece un actor magnífico. Pero en esta actuación sobresale. Si tiene que ganar un Oscar, este es el momento.
Sin hacer Spoilers, hay un momento en el nudo final en el que a nuestros protagonistas les pasa algo con la KGB. En ese momento el personaje es forzado y llevado a sus instintos más primarios. También es el momento donde se exige más capacidad actoral y pide un nivel al intérprete muy alto. No me había sentido tan desgarrado con una actuación desde que vi a Anne Hathaway haciendo de Fantine en Los Miserables, cantando I dreamed a dream. Sin duda hablamos de uno de los mejores momentos de la carrera de Cumberbatch.
Tienes que verla en cines
El espía inglés es una película que tienes que ver en cines, muy disfrutable y sorprendente. Por su título puede que pienses que te vas a encontrar una película estilo James Bond u Operación U.N.C.L.E, nada más lejos de la realidad. Es una película totalmente distinta con un estilo Noir muy particular que recuerda al cine clásico Hollywoodiense. Llena de tramas y subramas muy bien definidas, intrigas y acuerdos, dentro de un entramado de espías. Para evitar la tercera guerra mundial dos hombres de mundos muy diferentes se juegan la vida para intentar proteger a todo el planeta. Sencillamente magnífica. No te la puedes perder.
Te recomiendo quedarte después de la escena final. Puesto que como buen biopic vemos metraje real de los personajes reales y es muy interesante.
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