¿Por qué Barbie ha arrasado en taquilla? ¿Por qué ha dado tanto de qué hablar? El fenómeno Barbie empezó a gestarse prácticamente desde que se anunció. Y mucho antes de su estreno, ya dejaba claro que venía pisando fuerte con su espectacular campaña de marketing. Pero no me quiero adelantar porque voy a ir paso por paso. Todo lo sucedido antes del estreno, el fenómeno social, los mensajes feministas de la cinta, y por su puesto, la reacción del público y la crítica.
Así que ponte cómodo, porque esto me va a llevar un rato.
Una campaña publicitaria de sobresaliente
Entre finales de 2021 y principios de 2022, se anunció que se llevaría a cabo una película de imagen real de Barbie, con Greta Gerwig como directora, y Margot Robbie y Ryan Gosling en los papeles protagonistas. Para todo aquel que estuviese familiarizado con el trabajo de Greta Gerwig, este anuncio desde luego le debió despertar interés. La directora de Lady Bird y Mujercitas, dos historias feministas maravillosamente escritas, nos presentaba la idea de una cinta sobre una muñeca. Pero no cualquier muñeca, sino la icónica Barbie. La misma que a día de hoy, a pesar de continuar sin problema con su éxito, se percibía un poco anticuada y sobrepasada por otros modelos mucho más divertidos y de fantasía (Bratz, Monster High, Princesas Disney…)
Pero entonces comenzamos a ver las primeras imágenes, y aquí es donde empieza el fenómeno Barbie. Porque se abrió la veda para una de las mejores campañas de promoción que he visto nunca. Barbie ha sido capaz de montar un relato para que gente que ni había oído hablar de la película, sienta curiosidad y quiera ir a verla. Y para todos aquellos que ya la esperábamos con ansia, tuviéramos aún más ganas.
Conocer tu imagen de marca
La tónica general que se ha visto últimamente a la hora de promocionar películas, no ha sido más que mostrar un elevado número de trailers. Con lo que ello implicaba, que era enseñar demasiado de la trama. Pero en este caso, Barbie ha conseguido llegar a todas partes sin desvelar absolutamente nada.
Con sus carteles de presentación, no solo se revolcaba en la idea de la muñeca Barbie, nombrando todas sus profesiones mientras que Ken, siempre había sido sólo Ken. También fue una inteligente manera de hacer partícipe a tu público en la promoción. Y es que internet no tardó en llenarse de memes con ese fondo de brillantina y cualquier otro personaje. Así como tampoco tardó en llegar el filtro de Instagram para que todas fuésemos Barbie.
Se centraron en exprimir todas las posibilidades que les brindaba la muñeca, y así evitaron entrar en detalles sobre qué iba a tratar la película. Era como si te dijeran, ¿realmente quieres saber de qué va a ir al trama o prefieres ver por dentro la casa de Barbie a escala real? Pues está claro que lo segundo, porque el vídeo en Architectural Digest haciendo un house tour por la Dreamhouse logró más de 15 millones de visitas. Superando incluso al teaser trailer de la cinta.
Y no se puede hablar de promoción, sin mencionar a Margot Robbie recreando los looks más icónicos de Barbie en cada una de sus premieres. Calcados al detalle, posando como las propias muñecas e interiorizando su papel hasta el último momento. Así es como se le saca provecho a una estética y un diseño de marca tan fuerte y tan conocido. De hecho, Variety ha desvelado que Warner Bros se gastó 150 millones de dólares en la campaña de marketing, que es una cifra mayor a lo que se invirtió en la producción de la película.
Barbie, en el detalle está la magia
Si nos centramos puramente en la película a nivel técnico hay varias cosas que destacar. Porque lo de que prácticamente agotaron el pigmento rosa, no es un rumor.
El maquillaje
A la hora de transformar a Margot Robbie en la muñeca, el equipo de maquillaje y vestuario estuvo debatiendo de qué forma hacerlo mejor. Querían que tan solo con verla supieras que era Barbie, pero sin que pareciera irreal. ¿Cómo lograr ser una muñeca pero sin parecer una muñeca?
Pues para lograrlo necesitaron casi 50 pelucas diferentes, todas ellas perfectamente peinadas, con volumen y brillo. Más de 20 labiales distintos, y un trabajo de maquillaje en la piel para que quedara perfecta pero alcanzable. De esta forma, en el momento en el que llegan al mundo real, Barbie llama la atención por su forma de vestir y su aspecto, no porque no parezca humana.
El vestuario
Las muñecas Barbie siempre se han vendido con un set completo de vestuario: el conjunto, los zapatos, el bolso y el resto de accesorios. Y este look siempre iba acorde a la Barbie que ibas a comprar. Ésta es la idea de referencia que usó Jacqueline Durran y su equipo para vestir a Margot.
Barbie siempre se ha vestido dependiendo de lo que vaya a hacer. No usa el mismo conjunto para ir a la playa, o a su trabajo, o a hacer un deporte en particular. Bajo esta premisa, el vestuario de Margot cambia con cada tarea distinta a la que se vaya a enfrentar. Y esto además de verse a lo largo de toda la cinta, en el momento en el que más se aprecia es en el trayecto del viaje entre Barbieland y el mundo real. Cambian los fondos, cambia el medio de transporte y cambia el vestuario.
El decorado
Para recrear esa sensación de mundo de muñecas, los decorados han tenido una grandísima importancia. Todo en Barbieland parece de juguete, y al mismo tiempo queda perfectamente integrado. El mar es de cartón, el agua de la ducha no cae porque es imaginaria, la consulta de la Barbie doctora que se abre de la misma forma que se abre el juguete original, el coche que se conduce solo… Cada detalle está milimétricamente pensado para que sea una recreación de cómo las niñas jugaban con sus Barbies e interactuaban con el entorno.
Y la elección de usar fondos de cartón pintados a mano en lugar de CGI, le da ese toque 2D para afianzar aún más la diferencia entre la fantasía y el mundo real.
El mensaje feminista en Barbie
Los dos grandes aciertos de esta cinta son, en primer lugar, haber integrado de forma tan magistral una narrativa feminista con una protagonista que, para muchas, nunca lo fue. Y de esto hablaré más adelante porque es algo que tratan a lo largo de la trama. Y en segundo lugar, haber elegido ese tono de sátira absurda y directa. No hay mensajes sutiles, lo que quiere transmitir lo dice alto y claro para que todo el mundo lo entienda.
Además, a pesar de que la transmisión del mensaje resulte básica y satírica para que todo el mundo pueda llegar a entenderlo, no significa que la exploración del feminismo a lo largo de la cinta sea simple. Porque de hecho toca muchos temas distintos que te hacen reflexionar.
La diferencia generacional
Esto lo representan a la perfección en la relación madre-hija entre Gloria y Sasha. La primera tiene una visión de las Barbies nostálgica y endulzada. No solo por esa visión de jugar con ellas cuando era una niña, adoptando el mensaje original de la muñeca en la que podías ser todo lo que quisieras. Sino también el recuerdo de haber jugado con ellas siendo adulta, con su hija pequeña. Y por otro lado, la imagen que Sasha tiene de ella se corresponde más con el cambio generacional y el avance social. Sasha, cuyo nombre es una obvia y fantástica referencia a las Bratz, ha crecido con otros mensajes y otras muñecas. Y ve a las Barbies como un cliché anticuado, que no solo no representan a las mujeres reales sino que además reproduce estereotipos de género y la normatividad.
Aunque Barbie fuera consciente del mensaje que lleva tantos años transmitiendo, es un mensaje desconectado de la realidad. Por eso, cuando llega al mundo real y se da cuenta de cómo funciona, entra en un estado de crisis existencial. Y esta es la metáfora perfecta para describir el paso de la infancia a la adolescencia en las niñas.
Cabe añadir que el guiño final no entiende de generaciones. Barbie está nerviosa y parece que es porque va a hacer su primera entrevista laboral. Todo apunta a eso, es un paso importante que tienes que dar cuando entras en la edad adulta. Pero no, porque realmente ese paso llega con tu primera, incómoda y desagradable primera visita al ginecólogo. Chapó.
Descubriendo el (terrible) mundo real
El detalle de cuando Barbie comienza a pensar en la muerte, y a partir de ahí empieza a salirle todo mal, está increíblemente bien llevado. Sobre todo en el momento en el que ya no puede andar de puntillas, y pone los pies en el suelo, literalmente. Es la metáfora más evidente de lo que supone aterrizar en un mundo que no es perfecto. En cuanto Barbie pisa el mundo real se encuentra que es cosificada, acosada por hombres y tratada como si fuera tonta. No entiende nada, se siente perdida, y su inocencia va desapareciendo. Tristemente, esto es para muchas niñas su entrada a la adolescencia. Por eso me pareció todo un acierto el grupo de amigas de Sasha. Vestidas de oscuro, sarcásticas y enfadadas con el mundo.
Pero esa tristeza y apatía en la que entra Barbie no solo atañe a este cambio cuando estamos creciendo, sino también a cualquier época de nuestra edad adulta. El anuncio de «Barbie depresión», con la máscara corrida de haber llorado y viendo Orgullo y Prejuicio, es un magistral reflejo actual de muchas mujeres. Vernos desencantadas del mundo que nos rodea, frustradas, con situaciones precarias, retrocesos sociales y ansiedad. Es prácticamente un retrato de la crisis existencial de la generación millenial.
A esto se le añaden las propias dudas sobre sí misma. Se plantea cosas que no hacen el resto de muñecas, y se ve atrapada incluso en su propio mundo. Al fin y al cabo, ella es la Barbie estereotípica. Y a pesar de vivir en Barbieland donde todos los días son perfectos, cada Barbie tiene su rol del cual no se pueden salir. Ella misma lo dice antes de emprender su viaje: «Yo no soy la Barbie aventurera». Siente que no encaja en el rol que le asignaron, así como muchas no encajamos en lo que se espera de nosotras.
Por eso es tan especial el momento en el que se encuentra con la señora mayor, que por cierto es Barbara Handler, hija de la creadora de Barbie y por la cual la muñeca lleva su nombre. Este instante es en el que Barbie se da cuenta de que el mundo real no es perfecto, y tampoco lo son las personas, y ve a Barbara como un espejo de lo que ella se convertiría si fuera humana y pudiera envejecer y olvidarse de los cánones de belleza y la «perfección». Porque se da cuenta que no cumplir estos ideales está bien.
El discurso
El speech de Gloria no es algo nuevo. De hecho, para todo aquel que lleve unos años en internet es algo que ha podido leer en cualquier red social. Sin embargo, eso no le resta importancia. Porque este discurso tan potente ha tenido un espacio en un blockbuster. He leído a bastantes mujeres decir que no se sienten representadas con él, y está genial. Pero muchísimas otras sí, por lo que esto ya es suficiente para no invalidar el discurso. Y que además la película exprese un tema tan serio en ese tono cómico y directo lo hace aún mejor.
Es literalmente imposible ser mujer. Siempre tenemos que ser extraordinarias, pero no se cómo, siempre lo hacemos mal. Tienes que estar delgada, pero no demasiado. Y no puedes decir «quiero estar delgada», tienes que decir «quiero estar sana», pero también tienes que estar delgada. (…) Se supone que tiene que encantarte ser madre, pero no puedes hablar todo el maldito día de tus hijos. Tienes que ser profesional, pero también cuidar siempre de otros. Tienes que responder por el mal comportamiento de los hombres, pero si les dices algo te echan en cara que te quejes. Tienes que estar guapa para los hombres, pero no demasiado como para tentarles o para amenazar a otras mujeres, porque debes ser parte de la hermandad. (…) No puedes envejecer, ni ser maleducada, ni fanfarrona, ni egoísta, ni derrumbarte, ni fracasar, ni mostrar miedo, ni salirte de lo establecido. ¡Es demasiado difícil! Es demasiado contradictorio y nadie te da una medalla ni te da las gracias. Y, de hecho, resulta que no solo lo haces todo mal, sino que además es todo culpa tuya. (…)
Al final el mensaje principal es que no somos perfectas. E incluso con todo lo que se nos exige, intentando huir de actitudes machistas entramos en contradicciones, porque somos humanas y es difícil mantener siempre tus ideales a rajatabla. La teoría está muy bien, pero en la práctica, muchas veces, solo hacemos lo que podemos. Y esto lo explica Gloria mientras lucha contras las expectativas de un trabajo soñado que no ha logrado, un cuerpo idealizado y una relación con su hija adolescente un poco en crisis.
Que un film tan mainstream, apto para todo el mundo, lleve estos mensajes abiertamente feministas es algo casi insólito. Porque habitualmente esto se puede ver en personajes secundarios que usan pequeñas frases para definir su personalidad en cuanto a la trama. O en películas de menor presupuesto y menor impacto. Pero en este caso hablamos de una cinta dirigida por una mujer, y enfocada a un público femenino, que ha logrado superar el billón de dólares en menos de un mes. Puede parecer una tontería, pero si te paras a pensar un segundo ¿sabrías decirme más de tres películas actuales, feministas, hechas por y para mujeres, y de cine comercial?.
El patriarcado es un chiste
Gerwig ha sido capaz de representar algo tan actual y tan serio de forma simple y divertida. No ha necesitado de sutiles y elaboradas metáforas para dejar claro las absurdeces e injusticias del patriarcado. Como que una empresa dedicada a crear muñecas enfocadas a niñas, tenga una junta directiva formada exclusivamente por hombres (ejem, Mattel). Al parecer las niñas pueden ser todo lo que quieran excepto ocupar puestos de poder. Incluso por si no fuera lo suficientemente evidente, cuando Barbie llega a las oficinas de Mattel, los directivos quieren que vuelva a meterse en la caja. A encerrarla y encasillarla en el concepto que ellos tienen de la feminidad y del rol de las mujeres. O la conversación de Ken con el hombre trajeado, el cual le explica que efectivamente siguen «haciendo el patriarcado» pero ahora lo tienen que esconder.
De hecho, Barbieland no es más que una proyección del patriarcado de forma inversa. Ken en Barbieland, representa a las mujeres en el mundo real. Y es que este mundo de fantasía está creado por la junta de directivos hombres, los cuales creen que empoderar a las niñas es repetir los patrones nocivos del mundo real pero con los roles invertidos. Y la propia película te explica que, efectivamente, esa no es la solución.
Mojo Dojo Casa House y El Padrino
Toda la parte de los Ken adueñándose de Barbieland es fantástica. Desde el momento en el que Ken descubre la masculinidad más rancia con esos vídeos, hasta en el que le toca una canción con la guitarra a Barbie. Y honestamente, no es coincidencia que muchos pensáramos que cuando cogió la guitarra iba a tocar Wonderwall de Oasis. Así como el chiste sobre El Padrino y el mansplaining, o la referencia a Zack Snyder, cuyos personajes femeninos son, desde luego, un rato criticables.
El propio número musical inspirado de la forma más obvia y referencial a Grease ya es una fantasía. Porque esa actuación de Danny Zuko y sus amigos mientras restauran un coche, es un hombres haciendo cosas de hombres. Todo ello para que finalmente Ken reconociera que, cuando se dio cuenta de que el patriarcado no tenía tanto que ver con los caballos, perdió el interés.
Ken está representado como un tonto cuya personalidad es ser el complemento de Barbie. No sabemos nada de él, y tampoco importa. Y es que es así como se ha representado a las mujeres en el cine a lo largo de la historia, como el complemento y/o interés amoroso del protagonista hombre. Hay literalmente una saga de películas donde a la mujer se la denomina «chica Bond», como si fuese un añadido en el traje del espía, que es el que importa de verdad. De hecho, ojalá todos estos personajes femeninos hubieran tenido si quiera un tercio del desarrollo que tiene Ken en Barbie.
Pon un Allan en tu vida
Quiero destacar el retrato de la masculinidad sana de Allan. Sus apariciones son escasas, pero el momento en el que quiere huir del patriarcado de Barbieland es mágico. Está a disgusto y no se siente representado con las actitudes de los Ken. Es el amigo del grupo que mira con vergüenza como el resto de chicos se comportan como energúmenos, por exigir a las mujeres atenciones que no tienen por qué darles. Mientras que él solo quiere estar tranquilo en la playa con los colegas, sean del género que sean. De hecho, ayuda a las Barbies a a recuperar Barbieland. Un 10.
Recepción: la película anti-hombres
Como es lógico con cualquier producto masivo, un sector de la población se ha sentido muy ofendido por esta cinta. En su gran mayoría, hombres. De hecho, la han llegado a titular «la película anti-hombres». Una película que centra gran parte de su trama en mostrar toda la introspección y desarrollo de Ken. Una película que explora cómo el patriarcado también afecta a los hombres.
Mira que el mensaje es simple, está bien masticado para todos aquellos a los que les cuesta empatizar cuando se habla de ciertas situaciones. Y aún así, lo que han sacado en claro es que la trama ataca al género masculino. Todo esto después de ver al protagonista teniendo actitudes misóginas exageradas pero reales, para luego percatarse de que tampoco tiene muy claro por qué está actuando así. Ken realiza todo un viaje emocional para acabar dándose cuenta de que no sabe quién es sin Barbie. Y ella misma le anima a descubrirlo por sí mismo.
De hecho, aunque pueda parecer mentira, solo había que meterse en Twitter la primera semana de su estreno para encontrar miles de tweets reproduciendo las mismas actitudes ridículas que se muestran en Barbie. Como hombres explicando a las mujeres quién es Ryan Gosling, el actor de Drive y Blade Runner 2049 (películas muy Mojo Dojo Casa House). Como si Ryan no nos hubiera regalado joyas enfocadas a un público mayoritariamente femenino como El diario de Noah, Crazy, Stupid Love o La La Land. Cuando un film es capaz de predecir y criticar las actitudes que van a tener cierto sector del público cuando la vea, es que está realmente bien hecha.
Si los hombres son capaces de empatizar con Ken en Barbieland, y darse cuenta de que está siendo tratado de forma injusta y discriminatoria, ¿no son capaces de empatizar y ver que las mujeres en el mundo real son tratadas de la misma forma?.
Conclusión
A título personal no creo que sea una película perfecta. Los directivos parecen una caricatura exagerada que no casa con el mundo real. No hay explicación sobre cómo funciona la conexión con Barbieland. Y alguna trama, como la de Gloria y Sasha, a medida que avanza la historia, queda relegada a un segundo plano con una resolución un poco extraña. Sin embargo, ¿estos detalles tienen tanta importancia? Yo diría que no.
Lo principal de esta cinta es el mensaje. Un mensaje perfectamente contado, simple pero conciso y con mucho humor absurdo para no abrumar al espectador. Y todo esto adornado con unas actuaciones maravillosas. Margot Robbie y Ryan Gosling parecía que habían nacido para interpretar a sus personajes. Y el resto del cast es espectacular. Todo está totalmente cuidado: la banda sonora, las referencias a otras películas icónicas, la narradora hablando directamente con el espectador…
Barbie era necesaria. Es una película maravillosa. Y será historia del cine.
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