A CONTRACORRIENTE FILMS estrena Aline, película escrita, dirigida y protagonizada por Valérie Lemercier («¡Palacio Real!», «Los 50 son los nuevos 30«) e inspirada en la vida de la reconocida cantante francocanadiense Céline Dion. La película, que se estrenó con éxito en Francia, obtuvo el Premio César a la Mejor Actriz por la interpretación de su protagonista, Valérie Lemercier. De los productores de Intocable y Ballerina, Aline fue presentada en la Sección Oficial (Fuera de Competición) de la pasada edición del Festival de Cannes.
Quien escribe estas líneas adora los biopics, y si son de cantantes aún más pero ¿Me habrá gustado esta ficción libremente inspirada en la vida de Céline Dion? Spoiler: no.
SINOPSIS
Aline, una joven que creció en una gran familia canadiense en la década de 1960. Descubierta como un gran talento en su adolescencia, se convierte en una sensación global. Apoyada por su familia, Aline construirá una carrera extraordinaria. Aline cuenta con los derechos de algunos de los mayores éxitos de la cantante canadiense: All by Myself, My Heart Will Go On y I’m Alive.
CUANDO UN BIOPIC SALE MAL
Voy a ser muy concreto con esto. No me ha gustado. ¿Por qué? ¿Por donde empezar?
Torpe montaje
El montaje de Aline en general es torpe e inconexo. Normalmente en este tipo de películas hay algo crucial que es situar al espectador en todo momento. Ya sea con la utilización de títulos en pantalla o los clásicos clips que resumen distintos momentos con una gran banda sonora, pensad en Bohemian Rhapsody o Rocketman y me entenderéis. Pero en Aline no ocurre eso, las escenas van sucediendo unas con otras y lo único que tenemos de referencia es el vestuario, maquillaje o peluquería de los personajes.
A mal principio, mal final
El comienzo de la película no podría ser más abrupto. Una escena que nos presenta a la familia de Aline, a los catorce. Una escena que lo único importante que enseña es la moneda de la suerte que su padre le regaló cuando era pequeña y que siempre llevó. Pero es que el final es lo mismo. Tenemos un número musical entero, volvemos a no saber dónde estamos y encima rompen la regla de oro de todo buen biopic, los créditos finales explicando el resto de su vida.
Olvidando los mejores momentos
En la carrera de Céline Dion hay dos momentos que son realmente icónicos a nivel global. Cuando grabó la canción My heart Will go on de Titanic y el dueto con Barbara Streisand para la canción Tell Him. Bueno pues el tema de Titanic, sí que lo representan pero podrían haberle sacado mucha más miga. Y sobre Tell Him, ni lo mencionan ni lo representan. Una lástima teniendo en cuenta que no sólo fue un momento histórico en el mundo de la música sino que la propia Céline lo calificó como un sueño pues desde niña admiraba a Streisand, pero temía acercarse demasiado a su ídolo, y explicó: «No se necesita prácticamente nada para destruir tu imagen de ellos. Y tan poco para aplastar»
No, no es su voz
En Rocketman, Taron Egerton dio su voz para el papel. En Bohemian Rhapsody, Rami Malek junto a Marc Martrel rescataron la voz de Freddy. Pero llegamos a Aline y resulta que su protagonista Valérie Lemercier, no canta, hace un precioso playback, muy descarado. La voz original cantada es de Victoria Sio, una cantante francesa. No estoy en contra de elegir una cantante profesional para la parte cantada, en doblaje se hace mucho. Lo que no me gusta es que se note.
ALINE
En conclusión. Estamos ante una película que es tan entretenida como olvidable. Lo único con lo que me quedo es con escuchar grandes éxitos de Céline Dion y con haber conocido su historia. Una historia llena de amor, familia, pasión, lucha y sacrificio. Un delicado retrato de la cantante, una mujer impulsada por la pasión y el amor, contado al ritmo de sus grandes éxitos. Aline se estrena en cines el 13 de abril. Distribuida en España por A CONTRACORRIENTE FILMS.
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